Hace tiempo ya que vengo dando seguimiento a los intentos legislativos para limitar el intercambio de información en internet (SOPA, ACTA, Sinde) y tengo algunas ideas que quisiera compartir ahora que puedo hacerlo aquí, en este espacio que tengo para exponer lo que para mi es importante.
Para los que nacimos todavía en una época donde los celulares no eran un consumer product y las computadoras eran un accesorio de lujo que con suerte llegabas a tocar eventualmente, el acceso a la información que nos da el internet es invaluable. Ni pensar lo que representa para todos esos librepensantes de la vieja escuela que fueron encarcelados, torturados o expulsados del sistema y que hoy comparten su sabiduría desde su cuenta personal de tuiter.
El acceso masivo a internet (que sigue siendo para una minoría no olvidemos, y precisamente por eso tenemos una gran responsabilidad sobre los hombros) ha revolucionado la manera en la que el mundo se controlaba a través de la información, o la información se controlaba alrededor del mundo.La creación de la imprenta, la radio, la televisión ampliaron las posibilidades del ciudadano de a pie para acceder a la información. Sin embargo, el costo de funcionamiento de dichos mecanismos de difusión fue asumido por personas, grupos o gobiernos que se convirtieron en dueños de dichos espacios. Esos propietarios decidían qué información llegaba al espectro y cual no. Qué libro merecía la pena publicarse y qué otro no vería la luz. Qué banda llegaría a las emisoras locales, qué noticias encabezarían los titulares de la noche. Esto sigue siendo así, pero ahora, toda la banda de autores que no puede llegar a las "grandes ligas" cuenta con su blog, myspace, Youtube, Flicker para mostrar su trabajo.
Estoy tratando de explicar el porqué
me resulta tan graciosa irrita profundamente la forma en la que hoy día se utiliza al "autor" como pretexto para aplicar leyes que restrinjan la libre circulación de las ideas:
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Todos somos autores de algo. De reflexiones, canciones, fotografías. Pero no todos los autores viven de sus obras.
-Cuando digo vivir no me refiero a lo que hacen los famosos en las mansiones de Hollywood. Estoy hablando de poder pagar la renta gracias a lo centavos que genera algo que tú creaste.
-Esos centavos que puedes cobrar dependen de tu nivel de participación en el proceso de producción de dicha obra. Por ejemplo, yo soy guionista. Pero no tengo los medios para producir películas, por tanto yo "vendo" el texto a otra persona que bien tiene los medios o puede conseguirlos.
El valor económico de mi idea depende de muchas cosas. Entre ellas si es buena o no. Si tiene potencial de venta masiva o de simple interés cultural. Si quien la produce tiene la infraestructura para inyectarle el capital o es un arriesgado que está creyendo en un sueño que no tiene garantía de retornarle la inversión.
-Fuera del precio convenido entre un autor y quien adquiere el DERECHO DE EXPLOTACIÓN, COMERCIALIZACIÓN Y DIFUSIÓN de la obra, existe algo llamado
DERECHO DE AUTOR. Traducido al castellano,
es el derecho irrevocable e intransferible de firmar tu obra con tu nombre y percibir un porcentaje del total recaudado por las ventas de dicha obra.
-Este porcentaje puede variar dependiendo de tu capacidad de negociación, pero por derecho (y dependiendo del país)
dificilmente supera un 3% de la taquilla, o de las ventas de los discos. * Si hay más autores leyendo esto y pueden aportar datos cuantitativos a mi argumento, bien sea para apoyar o refutar las ideas son bienvenidos.
-Yo entiendo que el riesgo que corre el autor, al no ser quien invierte el capital, ni la logística y menos decir el mercadeo (detalle interesantísimo del proceso como veremos más adelante) es mínimo. En el caso del cine, profesión a la que me dedico, es muy costoso llevar una idea a la pantalla, y a menos que tengas un contrato de distribución con alguno de los mounstros monopólicos de la industria, es difícil pensar que alguien más en el proceso se llevará un porcentaje más alto que tú.
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Los autores estamos muy acostumbrados a trabajar a cambio de poco o nada con tal de poder satisfacer nuestra adicción existencial:
Que nuestro trabajo se difunda, que haga un eco, que alguien llegue a beneficiarse o apreciar eso que "descubrimos" dentro de nosotros y necesitamos compartir. Sí, necesitamos. De otro modo no se explican las largas horas en vela, los golpes de pecho, o contra la pared porque no se es lo suficientemente bueno para poder vivir del arte.
-Denominaremos arte a todas esas cosas innecesarias que son creadas con el sólo propósito de generar una sensación en otro ser humano o describir nuestra forma de ver el mundo.
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Para vivir del arte no es suficiente con ser bueno. Prueba de ello todas las bandas locales que uno encuentra en el camino, que te llevan al orgasmo auditivo y que no termina uno de entender porqué Arjona y no ellos. ( como
Ignacia ,
Circo Vulkano o
Camila Moreno)
- Muchas cosas que creemos apreciar no son buenas sino populares.
Nos sorprenderíamos de cuántos gustos y opiniones son productos de la mercadotecnia y sobre exposición. Todos los autores/artistas/gentequevivededifundircosasquelesparecenimportantes queremos ser populares (lo admitamos o no) porque esa es la única forma que tenemos de asegurarle al intermediario/editor/distribuidor/inversionista, que nuestro trabajo tiene un mercado y por tanto financiarnos es rentable.
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El número de seguidores en el Tuiter de un artista (o vistas de un video, o "likes" en una foto) es directamente proporcional con el chance que tendrá de negociar mejores condiciones de compra-venta de su trabajo ante un distribuidor, exhibidor o publisher.
Representa su mercado potencial.
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Si un autor tiene contacto directo con su mercado potencial ¿Para qué mierda necesita un distribuidor?- Yo me se una canción de Marc Antony porque suena en todas partes. Ese es el mercadeo que asumen y financian los distribuidores. Para alcanzar ese nivel de popularidad, o el de Shakira, se necesita al sistema
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Las leyes antipiratería no benefician a todos los autores. Sólo a los que se pueden dar el lujo de poner sus propias condiciones y percibir una buena tajada de las ganancias de comercialización, como Alejandro Sanz, un autor muy talentoso que apoya la Ley Sinde porque considera injusto que otros vivan de su obra, ocasionando que su ganancia sea menor. Es su libertad y derecho. El es muy afortunado y no se cómo pensaría yo si fuera él. No se cuánto de la venta de discos llegue a su bolsillo.
- El sistema en el que vivimos (capitalismo salvaje) está caduco. Las personas que siguen pensando en acumular infinidad de capital y vivir una vida de excesos ignoran o desdeñan del gran porcentaje poblacional que no tiene agua potable y olvidan que t
odos somos parte de un mismo organismo llamado humanidad, que al final del día sólo está tan bien como el más desprovisto de sus individuos.
-Hay muchísimos artistas harto especiales que forman parte de la industria de distribución masiva del arte que trabajan desde adentro del sistema para apoyar y abrirle camino a artistas independientes.
- La piratería existe en parte porque
la entrada al cine cuesta lo mismo que un almuerzo. Un Cd cuesta dos almuerzos. Este año se estrena una película que yo escribí. Les contaré cómo nos va y si logro definir cuánto nos afectará la piratería. Yo
no apoyo la piratería comprendida como la comercialización no autorizada de obras ajenas, pero estoy segura que de no ser por el Internet y la difusión de información libre, las películas del tercer mundo no se estarían abriendo paso en la prensa y opinión pública mundial. Más aún,
si no fuera por el intercambio de archivos online yo no habría podido ver muchísimos títulos que no llegan a todas las salas del mundo por no ser productos masivos.-Creo que
la solución a la crisis de la industria del entretenimiento no pasa por el control del contenido en internet sino por un replanteamiento en el esquema de produccion para favorecer a toda la cadena de acuerdo a la nueva realidad y mantener su rentabilidad.
Y si debe pasar por el control del internet pues entonces debe morir. No podemos poner las ganancias de una rama de negocios por encima del beneficio que repesenta para la humanidad la libre circulación de las ideas. Estoy segura que los autores sobreviviríamos, tenemos contacto directo con nuestro mercado potencial ¿recuerdan?
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El derecho del autor es el mismo que el de cualquier ser humano: Tener la libertad para crear y difundir su creación en el marco de una vida digna en la que sus necesidades básicas estén cubiertas y las ganancias generadas por su trabajo le lleguen en una proporción justa.
- Se puede decir NO a la censura y al monopolio de la distribución del arte y del conocimiento sin perjudicar el ingreso económico de los autores.
Yo confieso tener toda la discografía completa de Calle 13 y no haber comprado ni uno solo de sus discos. Sopas, voy presa. Pero
con gusto les pagaría directamente el monto que ellos pierden por cada uno de los cds que me niego a comprarle a Sony.- Las disqueras, las grandes compañías de distribución cinematográfica y las grandes casas editoriales son las que piden la cabeza de los creadores de cuevana. Pero
los que financian el lobby político de la promulgación de estas leyes son los poderes económicos que no quieres que la gente se comunique libremente, los que saben que hoy en día es imposible tapar el sol con un dedo porque de inmediato se vuelve trending topic.
- Nadie quiere acabar con la industria de distribución masiva. Pero el internet no forma parte de su territorio de acción y ellos deben entenderlo.
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